Las vacunas contra el COVID-19 podrían causar daños
Las vacunas contra el COVID-19 PODRIAN causar daños
Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola
Historia en Breve
Las
vacunas contra el COVID-19 pueden causar daño de diferentes
formas. Es alarmante que todos estos diferentes mecanismos para causar
daño tienen efectos sinérgicos cuando se trata de
desregular su sistema inmunológico innato y adaptativo y de
activar virus latentes
Los
peores síntomas del COVID-19 se crean por la proteína
Spike del SARS-CoV-2, y eso es justo lo que su cuerpo produce con las
vacunas contra el COVID-19 basadas en genes
Aunque
la proteína Spike natural es mala, la que su cuerpo produce en
respuesta a la vacuna es aún peor, ya que el ARN
sintético se manipuló de tal manera que crea una
proteína Spike muy resistente y antinatural
La
proteína Spike es tóxica por sí misma y
además tiene la capacidad de causar daño vascular,
cardíaco y neurológico
La
vacuna contra el COVID-19 inhabilita la vía del
interferón tipo I, lo que explica por qué los pacientes
que ya la recibieron reportan infección por herpes y culebrilla
En
esta entrevista, la Dra. Stephanie Seneff y la Dra. Judy Mikovits, un
equipo ideal en términos de conocimientos profundos sobre los
detalles científicos, explican los problemas relacionados con
las vacunas contra el COVID-19 basadas en genes. Existe una gran
cantidad de información técnica que puede utilizar para
defender su oposición a estas peligrosas vacunas.
En
mayo del 2020 también entrevisté a Mikovits sobre la
posibilidad de que estas vacunas causaran daños reproductivos y
otros problemas de salud. En ese momento, Mikovits advirtió que
las tasas de fertilidad podrían reducir gracias a la
proteína de Spike del SARS-CoV-2, la cual crea anticuerpos que
atacan el sincitio y, de hecho, estamos comprobando esa
hipótesis.
Aun
así, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos recomiendan que las mujeres embarazadas
reciban estas vacunas, así como los niños desde los 12
años, pero es algo inconcebible si consideramos los riesgos
potenciales de por vida y el deterioro de la fertilidad.
La proteína Spike es un arma biológica
De
acuerdo con lo que señaló Mikovits, ahora sabemos que los
peores síntomas del COVID-19 se crean por la proteína
Spike del SARS-CoV-2, y eso es justo lo su cuerpo produce con estas
vacunas basadas en genes. Pero eso es peor de lo que
imaginábamos, ya que las vacunas no hacen que su cuerpo produzca
la misma proteína Spike que el SARS-CoV-2, sino una que se
modificó genéticamente, lo que la hace mucho más
tóxica. Entonces, no es de extrañar que la
situación empeore.
"La
infección del SARS-CoV-2 nunca fue lo que dijeron que era", dice
Mikovits. “Nunca existió la infección
asintomática. El problema es que se trata de un virus de mono
que proviene de una línea celular de mono, pero es evidente que
la proteína Spike es la que causa la enfermedad.
Entonces
significa que se inyectó la envoltura del VIH, una envoltura de
gammaretrovirus de sincitina y un dominio de unión al receptor
S2 del SARS. Eso no es una vacuna. El agente es lo que causa la
enfermedad. Es un arma biológica. Así que ahora todas sus
células producen esa arma biológica y eliminará la
inmunidad innata, las células NK [asesinas naturales] y las
células dendríticas.
Alterará
sus glóbulos blancos y su respuesta inmunológica.
También activará un rastro de citoquinas
antiinflamatorias en cada una de sus células. Eso afecta la
capacidad de las células NK para determinar cuáles son
las células infectadas. Esa es la pesadilla que predijimos".
La proteína Spike que se produce en su cuerpo es muy antinatural
La
Dra. Seneff explica que una parte importante del problema es que aunque
la proteína Spike natural es mala, la que su cuerpo produce como
respuesta a la vacuna es aún peor.
La
razón de esto es porque el ARN sintético se
manipuló de tal manera que crea una proteína Spike muy
antinatural que hace que no colapse sobre sí misma en la
célula una vez que se adhiere al receptor ACE2, como lo hace
normalmente. En cambio, permanece abierta y unida al receptor ACE2, lo
que la inhabilita y causa varios problemas que dañan el
corazón, pulmones y el sistema inmunológico. Como
explicó Seneff:
“Modificaron
el ARN para hacerlo muy resistente y que las enzimas no puedan
romperlo. Por lo general, las enzimas que están en su sistema
rompen ese ARN. El ARN es muy frágil, pero lo fortalecieron al
colocar PEG, al agregar esta membrana lipídica y el
lípido con carga positiva, lograron alterar la célula
cuando ingresa en la membrana celular.
Pero
creo que lo más preocupante es que en realidad modificaron el
código [ARN] para que no produzca una versión normal de
la proteína Spike. Produce una versión que tiene un par
de prolinas en él, junto con el lugar donde la proteína
Spike se fusionaría con la célula que infecta.
Entonces,
la proteína Spike se une al receptor ACE2 una vez que se produce
por la célula humana, pero eso es una versión modificada
de la proteína Spike. Cuenta con estas dos prolinas que lo hacen
muy rígido para que no se pueda modificar. Por lo general se
uniría al receptor ACE2 y luego cambiaría de forma y
entraría de forma directa en la membrana como una lanza.
Debido
a este diseño, no puede hacerlo, por lo que se encuentra en el
receptor ACE, expuesto. Eso permite que las células inmunes
produzcan anticuerpos específicos para el lugar donde
deberían fusionarse con la célula, también
conocido como dominio de fusión. Destruye el dominio de
fusión, mantiene la proteína abierta y evita que la
proteína entre, lo que significa que la proteína se
adherirá al receptor ACE2 y lo inhabilitará.
Cuando
desactiva los receptores ACE2 en el corazón, sufre insuficiencia
cardíaca. Cuando los desactiva en los pulmones, presenta
hipertensión pulmonar. Cuando lo hace en el cerebro, sufre un
derrame cerebral. Cuando desactiva los receptores ACE2 suceden muchas
cosas desagradables.
Además,
atascaron el ARN con una gran cantidad de G (guanina) y C (citosina),
lo que mejora la producción de proteínas. Aumentaron la
ganancia del virus natural en 1000 veces, lo que hace que el ARN
esté mucho más dispuesto a producir una proteína.
Así que producirá mucha más proteína Spike
de la que hubiera obtenido de un virus de ARN natural".
La realidad es peor de lo previsto
Con
la información adicional que proporcionó Seneff, Mikovits
ahora cree que la realidad de estas vacunas podría ser peor de
lo que se predijo hace un año. La nanopartícula de
lípidos no solo es un peligro grave, como hemos visto con el
Gardasil y con algunas de las vacunas contra la hepatitis B más
nuevas, sino que ahora también tenemos el problema adicional del
ARNm no natural, que es más resistente para evadir su
degradación natural.
Como
explicó Mikovits, el ARN libre actúa como una
señal de peligro dentro de su cuerpo, por lo que ahora su
sistema está en alerta durante el tiempo que el ARN permanezca
viable. Ahora, al manipular el código de ARN para enriquecerlo
en G y C, y al configurarlo como si fuera una molécula de ARN
mensajero humana lista para producir proteína al agregar un
rastro de poliA, la secuencia de ARN de la proteína Spike en la
vacuna aparenta ser una bacteria, parte humana y parte viral al mismo
tiempo.
Lo
que tenemos con las vacunas contra el COVID-19 hace referencia al
comentario de Mikovits, de que las piezas y partes del virus son peores
que todo el virus. En la entrevista anterior con la Dra. Seneff, se
explicó cómo el proceso de fabricación deja el ARN
modificado genéticamente dividido en la vacuna. No se filtran y
se supone que son inofensivos, pero como afirma Mikovits, este no es el
caso. Esto se ignora por completo a pesar de que es una de las razones
por las que esta vacuna es tan peligrosa.
Los virus latentes podrían activarse si recibe la vacuna del COVID-19
Como
señaló Seneff, sus hallazgos y los de Mikovits ayudan a
explicar la mayoría de los problemas que ahora vemos en estas
terapias génicas. Por ejemplo, los pacientes que ya recibieron
la vacuna del COVID-19 han reportado una infección por herpes y
culebrilla, lo que sería de esperar si su vía de
interferón tipo I se inhabilita.
"Básicamente,
tiene estos virus latentes que no lo molestan para nada hasta que su
sistema inmunológico se distrae por completo con la locura que
sucede en el bazo con todo el ARN mensajero y con todas las
proteínas Spike", dice Seneff.
“Las
células inmunes ya no cumplen con la función de mantener
estos virus bajo control. Entonces, aparecen otras afecciones. Por
ejemplo, está la parálisis de Bell (parálisis
facial). Se han reportado en el Sistema de Notificación de
Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) más de 1200 casos de
parálisis de Bell después de la vacuna.
Y
cuando analiza la investigación de las causas de esto, en
realidad apuntan al virus del herpes y de la varicela como la fuente de
la parálisis de Bell. El sistema de interferón de tipo I
es lo que necesita para mantener a estos tipos bajo control, por lo que
esos virus se habilitan y causan síntomas.
Eso
es una muy mala señal. Si una mujer embarazada tiene un brote de
herpes durante el embarazo, tiene un riesgo dos veces mayor de tener un
hijo con autismo.
Además,
en un estudio realizado en 200 pacientes con párkinson, en
comparación con 200 controles de edad y género, 6 de esos
pacientes de párkinson tuvieron al menos un episodio de
parálisis de Bell en el pasado, mientras que ninguno de los
controles lo tuvo. Entonces, creo que la parálisis de Bell es un
indicador de un riesgo futuro de enfermedad de Parkinson".
En
resumen, parece que las mujeres embarazadas que reciben la vacuna del
COVID-19 tienen un mayor riesgo no solo de aborto espontáneo
sino también de infertilidad futura y de tener un hijo con
autismo. Así que, por favor, tenga cuidado y corra la voz. La
mejor forma de tratar cualquier enfermedad es prevenirla.
Estas
vacunas no acaban con el COVID-19, sino que afectan la salud de quienes
la reciben, en especial de las mujeres embarazadas a las que los CDC
hace apenas un mes alentaron a vacunarse sin contar con evidencia de
seguridad.
La importancia del interferón tipo I
Mikovits
investigó mucho sobre el interferón durante los
últimos cuarenta años. El interferón inmune innato
constituye toda su defensa de primera línea. Las personas con
VIH/SIDA tienen un interferón tipo I desregulado, lo que permite
que los parásitos se afiancen. Es interesante que los
medicamentos antiparasitarios como la hidroxicloroquina e ivermectina
demostraron que son eficaces contra el COVID-19, tanto
profilácticamente como terapéuticamente.
Las
vacunas contra el COVID-19 pueden causar daño de diferentes
formas. Es inquietante que todos estos diferentes mecanismos para
causar daño tengan efectos sinérgicos cuando se trata de
desregular los sistemas inmunológicos innatos y adaptativos y de
activar los virus latentes.
Mikovits
cita un trabajo de investigación titulado: "War and Peace
Between Microbes", que detalla cómo el VIH-1 interactúa
con los virus coinfectantes y de esa forma acelera la enfermedad. Los
virus del herpes en particular son una causa de SIDA. El virus del
herpes humano 6 (HHVS-6) también se ha relacionado con la
encefalomielitis miálgica o el síndrome de fatiga
crónica (ME-CFS).
En
resumen, el SIDA y el ME-CFS no aparecen hasta que los virus de
diferentes familias se relacionan y hasta que los retrovirus eliminan
la vía del interferón tipo 1.
En
resumen, las vacunas contra el COVID-19 son capaces de causar
daño de diferentes formas. Es inquietante que todos estos
diferentes mecanismos de daño tengan efectos sinérgicos
cuando se trata de desregular los sistemas inmunológicos innatos
y adaptativos y de activar los virus latentes. "Es una pesadilla que
quiere paralizar todas sus respuestas inmunológicas", dice
Mikovits.
Cómo el ARNm puede alterar su ADN
Seneff
también describe cómo el ARNm puede alterar su ADN, al
integrar las instrucciones para producir proteínas Spike en su
genoma. Por lo general, el ARNm no se puede integrar de forma directa
en sus genes porque necesita transcriptasa inversa.
La
transcriptasa inversa vuelve a convertir el ARN en ADN
(transcripción inversa). Sin embargo, existe una gran variedad
de sistemas de transcriptasa inversa incrustados en nuestro ADN que lo
hace posible.
La proteína Spike del SARS-CoV-2 podría ser un prión
La
Dra. Seneff también analiza la evidencia que sugiere que la
proteína Spike del SARS-CoV-2 podría ser un prión,
que es otra noticia muy mala. "Es algo horrible para mí", dice,
y agrega:
“Creo
que eso ahora podría ser el peor aspecto de estas vacunas de
ARNm, ya que producen esta proteína Spike anormal que no quiere
ingresar en la membrana. Se sabe que las proteínas
priónicas son proteínas de membrana. Son hélices
alfa en la membrana y luego se pliegan mal, se convierten en
láminas beta en el citoplasma, y eso es lo que provoca el
problema de los priones.
Forman
un cristal que atrae a otras proteínas que crean un gran
problema y forman fibrillas y placa de Alzheimer. La principal
proteína priónica es la PrP, que se encuentra en la
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la versión humana de la
enfermedad de las vacas locas. Es una especie de infección por
fuente de proteínas. Es muy agresiva porque no hay ADN ni ARN
involucrado, solo proteínas.
Pero
la cuestión es que cuando se produce una versión de ARNm
que sabe cómo expulsar toneladas de una proteína
priónica, las proteínas priónicas se vuelven
problemáticas cuando existen demasiadas y cuando la
concentración es muy alta en el citoplasma.
Y
las proteínas Spike que producen estas vacunas de ARNm no pueden
entrar en la membrana, lo que creo que hará que se convierta en
una proteína prión problemática. Después,
cuando se inflama, regula ascendentemente la alfa-sinucleína
[una proteína neuronal que regula el tráfico
sináptico y la liberación de neurotransmisores].
Entonces,
la alfa-sinucleína se incrustará en las proteínas
Spike mal plegadas, lo que causa un gran problema dentro de las
células dendríticas en los centros germinales del bazo. Y
eso recolectará toda esta basura en exosomas y los
liberarán. Luego viajarán a lo largo del nervio vago
hasta el tallo cerebral y causarán problemas como la enfermedad
de Parkinson.
Entonces,
creo que se trata de una configuración completa para la
enfermedad de Parkinson. Lo que podría suceder es que las
personas que recibieron esta vacuna contraerán la enfermedad de
Parkinson cinco años antes de lo esperado. Esto
adelantará la fecha en la que alguien que sea propenso a sufrir
párkinson lo contraiga.
Y
tal vez hará que las personas que no son propensas a la
enfermedad de Parkinson la contraigan, en especial si reciben la vacuna
cada año. Cada año que reciba un refuerzo, se
acercará a la fecha para contraer la enfermedad de Parkinson".
¿Son mejores o peores las vacunas de vectores virales?
Dos
de las cuatro vacunas contra el COVID-19 que existen en Europa y los
Estados Unidos, AstraZeneca y Johnson & Johnson, utilizan vectores
virales y ADN en lugar de usar ARNm recubierto de nanolípidos.
Por desgracia, aunque son un poco menos peligrosas que las versiones de
ARNm de Moderna y Pfizer, aún pueden causar problemas
importantes a través de sus propios mecanismos. Mikovits lo
explica de la siguiente manera:
“Como
se mencionó, es un vector de adenovirus que expresa la
proteína. Entonces, el VIH, la envoltura de XMRV, sincitina, la
envoltura de HERV-W y el ACE2 ya se expresan en el vector.
Con
respecto al componente de ARN, es menos peligroso ya que no cuenta con
muchos de los mecanismos de los que hemos hablado. Pero estas vacunas
productoras de proteínas de vectores de adenovirus se cultivan
en una línea celular de tejido fetal abortado, por lo que ahora
tiene sincitina humana [allí]. Tiene el 8 % del genoma humano de
otro humano.
Entonces,
al mirar la comunicación que tiene que regular su respuesta al
interferón tipo I, le dará autoinmunidad. En las personas
inmunodeprimidas, se expresará y causará una
infección viva, por lo que sus defensas estarán
combatiendo otra [infección]. No hay manera que pueda esquivar
tantas amenazas.
Digo:
'Solo necesita una vacuna porque es la más tóxica'. Eso
es lo más tóxico en ese sentido. Tenemos muchos
mecanismos para degradar el ARN y podemos restaurar la maquinaria de
metilación. Es una pesadilla, pero creo que nuestro sistema
inmunológico puede descomponer el ARNm de la vacuna
sintética”.
¿Las vacunas contra el COVID-19 pueden transmitir una infección?
Es
inquietante que las vacunas contra el COVID-19 también
podrían causar problemas a quienes deciden no recibirlas, pero
que pasan tiempo cerca de las personas que sí las recibieron.
Aunque no puede ser una diseminación viral, ya que ninguna de
las vacunas utiliza virus vivos o incluso atenuados, parece que existe
algún tipo de transmisión de proteínas Spike.
Aunque
la proteína Spike no se puede reproducir o multiplicar como un
virus, es tóxica en sí misma. Seneff detalla cómo
la proteína Spike actúa como un veneno metabólico,
capaz de causar daños patológicos que provocan
daños pulmonares y enfermedades cardíacas y cerebrales.
Como
explicó Mikovits, la transmisión que parece ocurrir de
personas vacunadas a no vacunadas es la transmisión de exosomas,
básicamente, la proteína Spike. El problema es que estos
exosomas parecen un virus para su sistema inmunológico, y, "si
esa nanopartícula sintética es una partícula
similar a un virus y si se juntan, tendrá una pesadilla
sintética", dice.
¿Qué vacuna es más peligrosa?
En
cuanto a qué vacuna podría ser la más peligrosa,
Mikovits cree que las vacunas de ADN basadas en vectores (AstraZeneca y
J & J) son las más peligrosas para quienes padecen la
enfermedad de Lyme crónica o cualquier otra enfermedad
inflamatoria relacionada con una respuesta inmune anormal del
huésped, como la culebrilla, infecciones virales o
cáncer, mujeres que recibieron la vacuna Gardasil (ya que esto
podría predisponerlas a problemas con la nanopartícula
lipídica), y enfermedades similares al párkinson o
Huntington.
Mientras
tanto, a Seneff le preocupa que los niños podrían ser
susceptibles a cualquier tipo de vacuna contra el COVID-19, teniendo en
cuenta que ya recibieron muchas vacunas diferentes. Mikovits
está de acuerdo, pero cree que las vacunas de ARNm
podrían ser más dañinas en este grupo de edad:
“Las
más peligrosas para los niños son las vacunas de ARNm, ya
que su sistema inmunológico está en constante desarrollo.
¿Qué pasa si prende fuego? Todas las células madre
que son importantes para el crecimiento dicen: 'Está bien, todo
está tranquilo en el sistema inmunológico, ve a construir
huesos, células cerebrales, acortar los macrófagos'. No
puede hacer que sus macrófagos eliminen todos los virus.
Y
sí, la transcriptasa inversa está "activada", se expresa
en telómeros. Está creciendo. Esa es la idea de todo.
Todos los frenos se desactivan. Lo mismo ocurre con el embarazo. Es por
eso que no hacemos nada durante el embarazo porque tiene que permanecer
sin metilar para responder a su entorno, ese genoma endógeno del
viroma. Ésa es su respuesta al interferón tipo I.
No
quiere mielopoyesis, quiere desarrollo embrionario. Veremos cosas como
el síndrome de Down o el de Rett. El síndrome de Rett es
la metilación inapropiada del ADN en niñas
pequeñas. Entonces, para los niños, lo peor que existe
son las vacunas de ARN".
¿Qué más podemos esperar?
Aunque
es muy alta la variedad de enfermedades en las que podríamos ver
un aumento como resultado de esta campaña de vacunas, se pueden
hacer algunas predicciones generales. Seneff cree que veremos
más casos de cáncer, enfermedades similares al Parkinson,
enfermedad de Huntington y todo tipo de enfermedades
autoinmunológicas, además de trastornos
neurodegenerativos.
Mikovits
sospecha que muchas personas morirán más rápido.
“Tenemos evidencia en la mielopatía relacionada al HTLV-1
de que estas cosas van desde largos períodos de latencia hasta
ponerlo en una silla de ruedas en seis meses”, dice.
“Entonces, con todas estas otras toxinas combinadas, no hay
manera de que pueda 'vivir y sufrir', sino sufrir cinco años y
morir”.
Ella
compara las vacunas contra COVID-19 con un "interruptor de la muerte"
para todos los que han sufrido las consecuencias, ya sea que se den
cuenta o no. Como señaló Mikovits, se ha demostrado que
el 6 % de la población en Estados Unidos está infectada
de forma asintomática con XMRV y gammaretrovirus de vacunas
contaminadas. La vacuna contra el COVID-19 acelerará su muerte
al paralizar su función inmunológica. “Los
niños son unas bombas de tiempo”, dice ella.
¿Cuáles son las soluciones?
Aunque
esto es un gran problema, existe una solución. Como
señaló Mikovits, los remedios para las enfermedades que
podrían desarrollarse después de recibir la vacuna
incluyen:
Tratamientos con hidroxicloroquina e ivermectina.
Terapia antirretroviral de dosis baja para reeducar su sistema inmunológico.
Interferones de dosis baja como Paximune, desarrollado por Joe Cummins, para estimular su sistema inmunológico.
Péptido
T (un inhibidor de la entrada del VIH derivado de la proteína de
la envoltura del VIH gp120, ya que bloquea la unión e
infección de los virus que utilizan el receptor CCR5 para
infectar las células).
Cannabis, para fortalecer las vías del interferón tipo I.
Dimetilglicina o betaína (trimetilglicina) para mejorar la metilación y así suprimir los virus latentes.